viernes, 24 de agosto de 2007

Dr. Jekyll Mr. Varizathyde



La hijaputez encarnada salió a la luz,…
Fue siniestro…
Lo peor de lo peor pudo mostrarse públicamente, sin ningún condicionamiento o inhibición lógica en los seres humanos. Pero lo que estaba adentro de la “máquina asesina” ya no era humano, solo quedaba una morfología similar a la de uno.
Era tan solo el monstruo que anidaba en su ser, que ya no solo afloraba cada vez que consumía su dosis diaria de impunidad y poder político.
Había logrado hundir cualquier vestigio de la persona, no había alma. Tan solo el monstruo, con sus mas oscuros y perversos deseos… asomaba terminando de consumir al hombre que con ello, en su interior se extinguía… para siempre y ante las cámaras que lograrían mostrárselo al mundo, incluso a él mismo.
EL Dr. Daniel Jekyll ya no existía, … detrás de su consumida fisonomía humana afloraba un lipidoso monstruo, instintivo y asesino… al que los pruritos sociales de su accionar no le aparecían, … ¡ya no!
¡Nada contuvo al villano! ¡Nada le importo! Tanto como para no darse cuenta que matando a su pantalla de humano político que le daba vida, hacía sucumbir su propia existencia.
El delicado equilibrio de la paz social se resquebrajo, y a pesar de todo, la prudencia y la racionalidad primaron en el alma del pueblo, que no permitió, otra vez más, reaccionar con irracionalidad aun ante ésta bestia. Mostrando una cordura que roza lo incomprensible. Y es digna de admiración.
Hoy el monstruo, Mr. Varizathyde, está encerrado, finiquitando su existencia, privado de libertad: cometió un crimen, eliminó a su propio creador el Dr. Daniel Jekyll, y con el se extingue, … ya no reconoce ni la mano del amo.
Le queda solo una salida, beber una pócima de racionalidad, y al ver su esencia maldita… ¡dar fin a su mundana existencia!.

1 comentario:

Proyecto Alternativo dijo...

espia mi blog. http://evaristoruiz.blogspot.com/